Esta plaza ha sido diseñada con procesos de participación ciudadana, y con el claro objetivo de rescatar la identidad e historia de la localidad. Esto se ve plasmado en algunos senderos que simbolizan el tren, y en los mosaicos que fueron elaborados junto a niños y niñas de la Escuela Carlos Fernandez Castillo. También, la pileta cuenta con una escultura sobre la leyenda de Rayencura y Rayenantú, entre otros elementos identitarios de Talcamávida.